La fatiga puede describirse como un estado de cansancio combinado con una reducción o variación ( no deseada) en el rendimiento de la actividad, interpretándola como ” el resultado de la interacción persona- trabajo”.
Para lograr saber si sufrimos de fatiga laboral primero debemos entender específicamente de que hablamos y así poder diferenciarla del stress; La fatiga puede describirse como un estado de cansancio combinado con una reducción o variación ( no deseada) en el rendimiento de la actividad, interpretándola como “ el resultado de la interacción persona- trabajo”.
La recuperación de la fatiga esta brindada por el descanso ya que aporta los elementos de recuperación necesarios, es por este motivo que las alteraciones o reducciones del periodo del sueño son importantes agentes de riesgo.
A lo largo del tiempo la fatiga laboral ha recibido diferentes nombres y se le ha dado muy distintas causales, hagamos un repaso en el tiempo:
· “El virus de los yuppies” hoy todos sabemos y experimentamos que la fatiga crónica no afecta sólo a los ejecutivos.
· “Encefalomielitis mialgica” nombre aplicado por los británicos refiriéndose a un origen que causara jaquecas constantes.
· “Síndrome de disfunción inmunológica y fatiga crónica” nombre dado por los belgas, con origen de disfunción del sistema inmunológico.
· “Karoshi” según los japoneses, refiriéndose a una patología de muerte súbita debida a fatiga laboral en la disfunción conjunta de varios órganos.
· “Síndrome de fatiga postviral” en alusión a su posible origen vírico.
Hoy es conocida como el:
· “Síndrome de BURN-OUT” o “síndrome del quemado” donde relaciona los diferentes tipos de fatigas: fisiológica (debida al esfuerzo del trabajo), muscular (intervienen las posturas, las cargas, los horarios), neurosensorial (intensidad y frecuencia del ruido), mental y psicológica causada tanto por exceso de información como por monotonía sumada a la rapidez o precisión requerida.
Ya dados los nombres y sus afecciones, es tiempo de describir los síntomas que nos informan si estamos padeciéndola:
Hinchazón de manos y pies, dolores generalizados, rigidez por las mañanas, irritabilidad, cansancio (con extrema duración y sin rehabilitación), sueño de mala calidad sin recuperación, trastornos de los apetitos (alimentación, sexo, etc), disminución de las defensas (herpes, cefaleas, afecciones en la piel, anginas virales, etc)
En el consultorio hay ciertas frases que se repiten describiendo un cansancio emocional producido por la fatiga laboral:
“Me siento emocionalmente cansado”
“Me levanto más cansado de lo que me acosté”
“Trabajar, para mí, es un esfuerzo y antes no lo era”
“Me siento frustrado”
“Me siento quemado por mi trabajo”
“Creo que estoy trabajando demasiado y no me recupero”
“Estar rodeado de gente en el trabajo no lo soporto””
Si usted utiliza estas frases cotidianamente, los consejos son:
· Evitar la aparición de factores de riesgo.
· Mejorar las condiciones de trabajo y los hábitos de vida.
· Prevenir el abuso de drogas, alcohol u otros fármacos.
· Mejorar el descanso nocturno.
· Realizar actividad deportiva.
· Recurrir a masajes relajantes.
· Consultar a profesionales a tiempo.
NO TE FATIGUES… ESTAMOS PARA AYUDARTE.
Dra. María de los Ángeles Cavagnaro
Psicóloga Mat. 2634
Jefa (I) Dpto. Psicología D.G.M.L.P